Durante 5 años vivimos en Madrid, en un departamento miniatura, pero con una terraza que nos daba la vida. Esa terraza era nuestro pequeño contacto con las plantas, nuestro cenador en verano, y en algún momento también fue nuestra nevera.
Bueno a lo que iba. A ese piso miniatura llego una plantita de fresas, que ha resistido y se ha reproducido durante todos estos años. Esta primavera a vuelto a despertar y ya nos ha dejado la primera cosecha de fresas en la terraza.
Foto by Pipoca
No hay comentarios:
Publicar un comentario